Psicólogo o psicóloga: cómo elegir y qué influye de verdad en la terapia ¿Importa el género de tu terapeuta?
Cuando alguien empieza a plantearse acudir a terapia, una de las primeras preguntas que suelen aparecer es:
“¿Es mejor un psicólogo o una psicóloga? ¿Importa el género del terapeuta para que la terapia funcione?”
Es una duda muy habitual. Muchas personas buscan profesionales en función de su historia, sus miedos o sus experiencias previas. Y aunque estas preferencias son completamente válidas, vale la pena entender qué papel juega realmente el sexo del terapeuta dentro del proceso terapéutico.
En este artículo te lo explico de forma clara, basada en evidencia y pensada para ayudarte a elegir al profesional adecuado para ti.
Por qué a veces nos importa el género del terapeuta
Elegir entre psicólogo o psicóloga no suele ser una decisión aleatoria. Tiene que ver con emociones, vivencias y expectativas que quizá ni siquiera habías nombrado.
Algunas personas se sienten más cómodas con una terapeuta mujer porque la perciben como más empática o cercana. Otras prefieren un terapeuta hombre porque lo asocian a firmeza, estructura o seguridad. También es común que ciertas historias personales influyan: por ejemplo, si ha habido experiencias complicadas con figuras masculinas, puede aparecer el impulso de buscar una terapeuta mujer para sentirse más protegido/a.
Estas preferencias no son “malas” ni “incorrectas”. Pero sí conviene preguntarse de dónde vienen para ver si responden a una necesidad emocional… o a una evitación.
¿Mi preferencia es una necesidad o una forma de evitar algo?

Una buena pregunta terapéutica es:
“¿Mi preferencia refleja lo que necesito… o lo que me da miedo enfrentar?”
Por ejemplo:
Si te cuesta confiar en figuras masculinas por experiencias previas, tal vez elegir un terapeuta hombre podría ser, con el tiempo, una oportunidad para construir un vínculo seguro en un contexto protegido.
Pero también puede ser que, en este momento, necesites empezar por un espacio que te genere calma, y eso está bien.
No es elegir “lo correcto”, sino lo que te ayuda a comenzar.
En cualquier caso, observar esta preferencia ya forma parte del propio crecimiento emocional.
¿Importa el género del psicólogo para que la terapia funcione?
La respuesta, desde la evidencia, es clara:
no, el género del terapeuta no determina el éxito de la terapia.
Numerosos estudios en psicoterapia han demostrado que el factor más influyente en la evolución de un paciente no es el sexo, ni la edad, ni el estilo del profesional, sino la alianza terapéutica.
La alianza terapéutica es la relación de confianza que se construye entre paciente y terapeuta: sentirse escuchado/a, comprendido/a, validado/a y acompañado/a sin juicio. Cuando este vínculo es sólido, la terapia funciona. Y esa conexión puede darse con un psicólogo o con una psicóloga.
Lo que de verdad importa: el vínculo terapéutico

Un terapeuta adecuado es aquella persona con la que puedes ser tú, sin miedo a equivocarte, a emocionarte o a mostrar vulnerabilidad.
Lo importante no es si quien está delante es hombre o mujer, sino si:
- te sientes seguro/a,
- puedes hablar sin filtro,
- percibes respeto y cuidado,
- notas que te escucha de verdad,
- sientes que podéis trabajar juntos.
Cuando estas condiciones se dan, la terapia avanza. Cuando no se dan, da igual quién esté delante: el proceso no fluye.
¿Y si sigo teniendo preferencia por un género u otro?
Tener una preferencia no es un problema. Lo importante es decidir desde la conciencia, no desde la evitación.
Puedes hacerte estas preguntas:
- ¿De dónde viene mi comodidad con un psicólogo o psicóloga?
- ¿Qué experiencias personales están influyendo en esta elección?
- ¿Esta preferencia me protege o me limita?
- ¿Puedo estar abierta/o a probar y ver cómo me siento realmente?
A veces pensamos que necesitamos algo… hasta que conocemos a un profesional y descubrimos que nos hace sentir justo lo contrario a lo que imaginábamos.
¿Entonces… importa o no importa?

Importa en cómo te sientes al principio.
Puede influir en la elección inicial, en la comodidad y en tu seguridad emocional para empezar.
Pero no determina la eficacia del tratamiento.
Lo que transforma es el vínculo, la calidad del acompañamiento y la relación que construís en consulta.
Cómo elegir terapeuta sin bloquearte por esta duda
Si estás en ese momento de búsqueda y no sabes cómo avanzar, aquí van algunas recomendaciones:
- Escucha tu intuición inicial, pero mantente abierta/o a explorar.
- Pregúntate si tu preferencia nace del miedo o de la necesidad.
- Haz una primera sesión y observa cómo te sientes con esa persona.
- Prioriza la conexión, no el sexo ni la edad del profesional.
- Recuerda que puedes cambiar de terapeuta si no te encuentras a gusto.
Porque, al final, lo que marca la diferencia no es quién te escucha, sino cómo te escucha.